Es vital dejar un gran espacio al cambio en las relaciones con el otro.
Estas transiciones son como períodos bisagra,
donde el verdadero amor madura y se abre.
En lo sucesivo estamos en posición de conocer verdaderamente al otro,
de verlo tal como es, con sus defectos y flaquezas,
un ser humano como uno mismo.
Es sólo en esta fase que estamos en condiciones de comprometernos
sinceramente con el otro: un verdadero acto de amor.
XIV Dalai-lama
martes, mayo 03, 2005
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