jueves, abril 28, 2005

Leyenda de los amantes

Para Niurka

Como tiernas babosas de la campiña
ella y él se enroscaron húmedamente,
y él dejó de ser hombre, como ella niña,
para ser uno solo completamente.

Desde todos los puntos que los juntaban
se saborearon tanto y con tal delicia,
que las horas de vida que les quedaban
decidieron pasarlas en la caricia.

A menos de un suspiro del tibio abrazo,
el resto de la historia se debatía
en átomos, galaxias y otros acasos,
que encontraron certeza justo aquel día.

Y se hicieron leyenda los dos amantes,
enroscados eterna y húmedamente.
Nada pudo tocarlos detrás de guantes,
sólo pueden saberlo los igualmente.

Silvio Rodríguez-Cita con ángeles

miércoles, abril 27, 2005

LA VOZ A TI DEBIDA Versos 1449 a 1470

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ése que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras.

Pedro Salinas

martes, abril 26, 2005

"I have fought against white domination,
and I have fought against black domination.
I have cherised the ideal of a democratic and
free society in wich all persons live together in
harmony and with equal opportunities.
It is an ideal wich I hope to live for and to
achieve. But if needs be, it is an ideal for wich
I am prepared to die"

Nelson Mandela

lunes, abril 25, 2005

Cantando al mundo

En amor se transforma cuanto hacemos
todo lo que tocamos y sentimos,
lo que soñamos y lo que vivimos,
cuando nos vemos, cuando no nos vemos.
Ebrios de amor las alas y los remos
sólo para esas horas existimos,
abrazando los ramos, los racimos,
lo que tenemos, lo que no tenemos.
Saltan las olas, bañan las espumas
y se funden los oros con los plomos
y en la tierra final nos encontramos.
Y así unidas las luces y las brumas,
héroes por lo que somos y no somos,
cantando al mundo por el mundo vamos.

Jesús Lizano

Contigo (fragmento)

Cuando te tengo y me tienes,
somos la eterna pareja,
somos la forma indivisa,
somos isla en las tinieblas.
Cuando navego fundido
por tu espesada indolencia,cuando, abrazándose, encuentro
la redondez del planeta,
somos a muerte la vida
que en mí tiembla, que tú encierras.
Allá fuera queda el mundo
con sus relojes a vueltas,
sus faroles alienados,
sus timbres siempre de urgencia.
Aquí dentro, tú y yo juntos
completamos la conciencia.

Gabriel Celaya (1911-1991)

La noche en la isla

Toda la noche he dormido contigo
junto al mar, en la isla.
Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño,
entre el fuego y el agua.
Tal vez muy tarde
nuestros sueños se unieronen
lo alto o en el fondo,
arriba como ramas que un mismo viento mueve,a
bajo como rojas raíces que se tocan.
Tal vez tu sueño
se separó del mío
y por el mar oscuro
me buscaba
como antes,
cuando aún no existías,
cuando sin divisarte
navegué por tu lado,
y tus ojos buscaban
lo que ahora
-pan, vino, amor y cólera-t
e doy a manos llenas
porque tú eres la copa
que esperaba los dones de mi vida.
He dormido contigo
toda la noche mientras
la oscura tierra gira
con vivos y con muertos,
y al despertar de pronto
en medio de la sombra
mi brazo rodeaba tu cintura.
Ni la noche, ni el sueño
pudieron separarnos.
He dormido contigo
y al despertar tu boca
salida de tu sueño
me dio el sabor de tierra,
de agua marina, de algas,
del fondo de tu vida,
y recibí tu beso
mojado por la aurora
como si me llegara
del mar que nos rodea.

Pablo Neruda (1904-1973)

viernes, abril 15, 2005

LA VIDA

LA VIDA es una oportunidad, aprovéchala.
LA VIDA es una belleza, admírala.
LA VIDA es un sueño, hazlo realidad.
LA VIDA es un reto, afróntalo.
LA VIDA es un deber, cúmplelo.
LA VIDA es un juego, juégalo.
LA VIDA es preciosa, cuídala.
LA VIDA es riqueza, consérvala.
LA VIDA es amor, gózala.
LA VIDA es un misterio, devélalo.
LA VIDA es promesa, cúmplela.
LA VIDA es tristeza, supérala.
LA VIDA es himno, cántalo.
LA VIDA es un combate, acéptalo.
LA VIDA es una tragedia, domínala.
LA VIDA es una aventura, atrevete.
LA VIDA es felicidad, merécela.
LA VIDA es la vida, defiéndela.
LA VIDA es suerte búscala.
LA VIDA es demasiado preciosa, no la destruyas.

martes, abril 12, 2005

No me arrepiento de nada

Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

Gioconda Belli

Nueva tesis feminista

¿Cómo decirte
hombre
que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.
No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
-"témeles, yo le tiemblo"
Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aun no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amores mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.
No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme tantas como cuantas veces quieran
de mujer.

Gioconda Belli

domingo, abril 10, 2005

Mapa del tiempo

Hace unos cuatro mil quinientos millones de años, año más año menos, una estrella enana escupió un planeta, que actualmente responde al nombre de Tierra.

Hace unos cuatro mil doscientos millones de años, la primera célula bebió el caldo del mar, y le gustó, y se duplicó para tener a quien convidar el trago.

Hace unos cuatro millones y pico de años, la mujer y el hombre, casi monos todavía, se alzaron sobre sus patas y se abrazaron, y por primera vez tuvieron la alegría y el pánico de verse, cara a cara, mientras estaban en eso.

Hace unos cuatrocientos cincuenta mil años, la mujer y el hombre frotaron dos piedras y encendieron el primer fuego, que los ayudó a pelear contra el miedo y el frío.

Hace unos trescientos mil años, la mujer y el hombre se dijeron las primeras palabras y creyeron que podían entenderse.

Y en eso estamos, todavía queriendo ser dos, muertos de miedo, muertos de frio, buscando palabras.

Bocas del tiempo. Eduardo Galeano

sábado, abril 09, 2005

Muere Lentamente

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito,
repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro
sobre el blanco y los puntos sobre las "ïes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el
trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite, por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja
ayudar.

Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala suerte o
de la lluvia incesante.

Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no
preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar
vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Pablo Neruda

viernes, abril 01, 2005

No es queixava mai de la seva vida perquè, segons a quines hores, a tres passos del cavallet, sentia una escalfor al cor i una mena de bogeria al cervell que res del món no hauria pogut donar-li fora de la seva feina. Des del seu colomar, tot mirant l'estesa de terrats plens de roba blanca que la marinada feia gronxar, pensava que no s'hauria volgut canviar amb ningú.

Mercè Rodoreda, Mirall trencat (Barcelona: Edicions 62, 1984 [1974]), pàg. 106